Compartir mesa con la gente que quieres y además disfrutar de lo que se está comiendo, es uno de los grandes placeres de la vida.
Esta receta la probé por primera vez, gracias a mi amiga Núria en un restaurante de Barcelona, Haddock la taberna canalla es su nombre. Uno de esos lugares que te cautivan justo al llegar.
Un lugar que te hace sentir cómodo, con una cocina de mercado y casera que atrae. Las indicaciones de su cocinero, un personaje fantástico y muy próximo, hicieron que la elección del menú fuera de lo más acertado.
Y claro, luego al llegar a casa quieres probar de hacerlo tú ! pero sin la receta .....
Aquí tenéis el resultado, aunque no es exactamente lo que comimos, pero si una aproximación bastante cercana.
Necesitamos ;
- 600 gr de lomo de bacalao fresco
- 1 vaso de leche evaporada ideal o nata ligera.
- 2 cebollas grandes
- gambones {opcional}
- un buen manojo de tomillo fresco
- 6 patatas medianas
- sal
- aceite de oliva
- pimienta negra
Pelamos las patatas y las cortamos en panadera. En una sartén con aceite de oliva las freímos aunque no del todo. Reservamos sobre un papel absorbente para absorber el aceite sobrante. Cortamos las cebollas a láminas y también las freímos en aceite de oliva, con un poco de sal. Reservamos sobre papel absorbente también. Ahora cogemos una cazuela para horno y colocamos una capa de las patatas unas ramitas de tomillo y salpimentamos, añadimos una capa de cebolla frita y colocamos el bacalao salpimentado con la piel abajo, ponemos cebolla y ramitas de tomillo fresco encima del bacalao. Vamos añadiendo las patatas y la cebolla alrededor del bacalao hasta acabarlas. Regamos con la nata y llevamos al horno precalentado a 180º, 15 minutos. Servimos acompañado de dos gambones.
Origen de la receta ; casera, con la idea cogida de Haddock
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