La celebración o reunión con amigos y familiares siempre es una ilusión. Ilusión de ver a personas que hace tiempo que no ves, y en los tiempos que corren parece que eso conlleva dificultad añadida. Por otra parte es ilusión por compartir elaboraciones que vas pensando con tiempo para agasajar a los invitados. En este caso unos bocados salados que creo que os van sorprender, de la misma forma que a mí y sorprendieron en uno de los talleres de cocina que hice hace poco.
La palabra gnudi significa desnudo, entonces podríamos decir que estas masas son una especie de raviolis pero sin pasta, es decir desnudos, de ahí su nombre. Esta receta es típica de La Toscana y pertenece al libro Comfort food 100 de Jamie Oliver.
En cuanto vi preparar este plato me dije - este lo voy a probar ya - y es que el ingrediente principal, el requesón, en Menorca lo usamos tradicionalmente pero casi siempre en recetas dulces, es por eso que me llamó mucho la atención al igual que la manera de hacerla.
Gnudi, con este curioso nombre, se descubre un plato sencillo pero cargado de delicados sabores, donde a simple vista nos puede parecer pasta. Un rico bocado que lo podemos convertir en un entrante navideño y triunfar.
Necesitamos para 6 personas ;
- un kilo de requesón
- 100 gr de queso parmesano para añadir a la masa, mas un poco más para rallar encima al terminar el plato, yo le puse queso Mahón Menorca semi.
- una nuez moscada entera que rallaremos
- semolina fina
- mantequilla sin sal
- 30 gr de hojas de salvia fresca
- 1 limón
- pimienta negra en polvo
Preparamos una bandeja grande donde pondremos semolina.
Colocamos en un recipiente el requesón y le añadimos un poco de sal, la pimienta negra, la nuez moscada y el queso rallado. Mezclamos muy bien, comprobamos que esté bien de sabor y formamos bolas de aproximadamente 3 centímetros. Iremos poniendo y rebozando las bolas en la bandeja con semolina , no debemos amontonarlas ya que son delicadas, cuando las tengamos hechas añadiremos mas semolina por encima. La idea es que tape el máximo las bolas para que así la semolina absorba la humedad y adquieran una capa que las cubra. Guardamos en la nevera sin tapar, unas 8 horas.
Ponemos una olla sobre el fuego con agua, cuando empiece a hervir añadimos en pequeñas tandas las bolitas, de esta manera evitaremos que se nos rompan y queden enteras, las dejamos sólo 3 minutos, no necesitan mas para hacerse. Mientras ponemos en una sarten una cucharada de mantequilla y dejamos que se tuesten las hojas de salvia hasta que queden crujientes, retiramos del fuego. Cuando los primeros gnudi estén hechos , los pasamos directamente en la sarten juntamente con un pequeño cucharón del agua de cocerse, emulsionamos con la mantequilla que hay en la sarten, apagar el fuego , rallar encima queso, hojas de salvia y rociar zumo de limón, se sirven calientes a medida que se hacen. Repetid la operación hasta que estén todos hechos.
Origen de la receta ; Libro comfort food 100 de Jamie Oliver
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