~ Recuperando recetas olvidadas ~
Hace ya tiempo que estoy con la mosca detrás de la oreja con el tema de las antiguas recetas de berenjenas dulces.
Las más conocidas, son las que se comen rebozadas o fritas sin rebozar, luego regadas con miel.
Hasta ahí bien, pero me llamaban especial atención, las que vienen a continuación.
Las primeras recetas de este tipo, las vi el el recetario de Fra Roger del siglo XVIII, un recetario de un fraile menorquín, el más antiguo que se conoce en Menorca.
La verdad es que me resistía a hacerlas, mas que nada por lo chocante de que fueran dulces, pero a la vez me sorprendían.
Obviamente no paré de buscar recetas antiguas para poder comparar, y aparecieron bastantes, no sólo parecidas a la que os pongo hoy, si no de otras maneras.
En el libro de Caty Juan del Corral, -repostería balear-, muestra una receta como la que os presento hoy, llamada berenjenas dulces con cebollas. Otro libro, en este caso de Luis Ripoll, contiene una receta recogida de un manuscrito menorquín del siglo XIX, llamada puding de berenjenas. El libro de José Borrás, también tiene una receta llamada berenjenas dulces bastante parecida a la de hoy. De Re Cibaria de 1923 también tiene una, recogida de un antiguo recetario y escrita de una manera muy antigua, llamada berenjenas dulces, y también con cebollas. Y ya que han sido varias recetas casi iguales las que me he encontrado, allí que me he puesto manos a la obra con ellas.
Hay que decir que esta última receta y como viene siendo normal con los recetarios antiguos, no pone las medidas de los ingredientes. Así que a hacer pruebas se a dicho.
La verdad es que a sido una verdadera sorpresa, más aún, teniendo en cuenta que si ponemos una cazuela con berenjenas rellenas dulces y una de salada juntas, una al lado de la otra, no podríamos diferenciarlo a simple vista, ¡son prácticamente iguales!. Un trampantojo en toda regla.
La receta pone que se ha de comer tibias o calientes, pero ya os digo yo, que si las probais frías y con unas bolas de helado preferiblemente de vainilla para acompañar y unas almendras fileteadas por encima, además de sorprender, vais a triunfar.