Sin lugar a dudas este es uno de esos platos que se prepara en un momento y el resultado es sensacional, para estos días festivos esta es una opción muy adecuada. La unión de la carne de pato y esta salsa de fresas entre dulce y ácida es una combinación ganadora. Si no es temporada de fresas tenéis la opción de comprar frutas rojas congeladas
Necesitamos para 2 personas;
- una pechuga de pato grande
- sal en escamas
- 10 fresas maduras {también pueden ser frutas del bosque o fresas congeladas si no es temporada}
- una cucharada de azúcar moreno
Empezamos limpiando las fresas, las colocamos en una cazuela junto con el azúcar y las llevamos al fuego medio. Vamos removiendo de tanto en tanto hasta obtener una especie de puré.
Cortamos la parte de la piel de la pechuga en cuadritos sin llegar a la carne.
Cocinamos la pechuga de pato a fuego medio por la parte de la piel que hemos cortado hasta que se dore, damos la vuelta y cocinamos un minuto más, debemos obtener una carne hecha por la parte de afuera y poco hecha en el interior. Servimos con sal en escamas y acompañada de la salsa.
Origen de la receta; casera



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