Esta es una de las recetas que un día ves en alguna imagen y piensas, he de hacerla.
Pues hoy a sido el dia, poco a poco e ido pensando el tipo de masa que tenía que usar y el relleno para que fuera algo vistoso. El resultado tanto a simple vista como de sabor es delicioso y es el momento para compartir. Ahora os toca a vosotr@s, imaginad que sabor y textura de relleno quereis y ya tenéis una tarta que sorprenderá a los invitados. Por cierto, os dejo una imagen con pasteles espiral para 500 personas, según dicen gustó....
Para la masa
- 6 huevos
- 200 gr de azúcar
- 200 gr de harina
Para la crema interior
- 200 ml de nata
- 250 gr de queso crema
- ralladura de limón
- zumo de medio limón
- azúcar glas o impalpable
- mermelada de cereza negra
Separamos las claras de las yemas. Montamos las claras a punto de nieve fuerte. Mezclamos las yemas con el azúcar hasta que se vuelve blanquecino, entonces mezclamos con las claras montadas despacio. Vamos añadiendo la harina tamizada lentamente. Mezclamos con una espátula con movimientos envolventes para evitar que la masa pierda el aire. Una vez mezclado lo ponemos en el molde, que tendremos preparado con un papel para el horno con cuidado que quede la masa repartida uniformemente. Horneamos a 180º o un poco menos durante 8 o 10 minutos , habrá que ir vigilando ya que cada horno es diferente. Una vez hecho dejamos unos minutos que se enfríe un poco y separamos del papel de horno antes de que esté frío. Ahora es el momento de medir la longitud de la masa y de hacer tiras iguales para poder formar la espiral. De esta manera si medimos exactamente, al estar acabado os quedará bonito.
Ahora hacemos la crema con la nata y el queso. Montamos ligeramente la nata con un poco de azúcar glas, va un poco a gusto de cada uno. Mientras mezclamos el queso con la ralladura y el zumo de limón y un poco de azúcar glas, la cantidad que consideréis. Unimos las dos mezclas y mezclamos bien.
Ahora montamos el pastel. Una vez cortada la masa a tiras, yo las hice de 4 cm aprox y aún sobre el papel de horno untamos con la mezcla de queso y nata y sobre esta, la mermelada, a de ser una capa ligera y hay que tener en cuenta de que la mermelada suele ser muy dulce. Empezamos haciendo un rollo en espiral con cada parte de la masa que iremos uniendo hasta obtener el pastel entero. Decoramos con un poco de nata o lo que os parezca mejor, teniendo en cuenta que si se ve el espiral queda muy vistoso. Si se hace de un dia para otro es mejor ya que la masa se humedece un poco.
Origen de la receta; a partir de una imagen, el resto casero.
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